Es un modelo de contratación que permite a las empresas aumentar su equipo interno de tecnologías de la información de forma temporal o a largo plazo, con el fin de satisfacer necesidades específicas o complementar las capacidades existentes.
Según este modelo, las empresas contratan a proveedores tecnológicos especializados para que les proporcionen personal altamente cualificado y formado en áreas como desarrollo de software, administración de bases de datos, soporte técnico, redes y seguridad informática, entre otras.
La ampliación del personal informático ofrece una serie de ventajas a las empresas. Por un lado, les da acceso a profesionales altamente especializados que de otro modo sería difícil contratar internamente. Esto les da la oportunidad de aprovechar una experiencia y unos conocimientos que pueden acelerar el desarrollo de proyectos o mejorar la capacidad de respuesta a las necesidades de la empresa.